lunes, 1 de junio de 2009

Mi Nombre es John O´Neill




Mi nombre es John O´Neill y tengo cuarenta y nueve años. Quizá sea por que la crisis de los cincuenta me ha afectado con algo de adelanto o quizá sea por otra cosa pero he decidido dar un giro a mi vida.
Nunca he escrito nada aparte de los trabajos del colegio y la universidad y por supuesto las montañas de informes que he redactado durante mi vida profesional. Llegado a mi edad, uno comienza a contemplar el pasado y a plantearse si sus vivencias pueden ser interesantes a los demás. Creo que las mías lo son y un día escribiré un libro.
Pero como ya he contado, nunca he escrito antes con espíritu literario, así que antes de ponerme manos a la obra en la redacción de mi libro, dedicaré unos meses a pulir mis dotes para la escritura mediante este blog que hoy inicio.
Una cascada de sentimientos, muchos contradictorios, sacuden mi ánimo estos últimos días. Como ya he comentado antes, he decidido que había llegado un momento de mi vida en que un cambio se hacía necesario y he decidido empezar por mi trabajo a pesar de amarlo profundamente. Desde muy niño quise ser agente del FBI, investigar, perseguir delincuentes y luchar contra el crimen.
Lo conseguí y me dediqué a ello con ahínco, he dedicado mi vida a combatir el crimen organizado y últimamente a luchar contra el terrorismo, en concreto el mal llamado terrorismo islámico. Siento una gran congoja por haber tenido que dejarlo, pero la negativa de mis jefes a dejarme seguir investigando ciertas organizaciones y a profundizar en las fuentes de financiación del terrorismo, me ha llevado a tirar la toalla y buscar otro empleo.
Rabia, siento mucha, muchísima. Creo que he sido víctima de una conspiración interna para impedirme que siga investigando, para forzarme a abandonar mi puesto. Si, me indigna, me lamento con amargura cuando pienso la alegría que les debió producir recibir mi carta de dimisión a finales de julio.

Por otro lado también tengo una gran ilusión, la responsabilidad de este nuevo trabajo no es comparable al anterior, Jefe de la unidad de Contraterrorismo del FBI en la ciudad de Nueva York, pero me satisface en gran medida intentar evitar que “los malos” acaben el trabajo que empezaron hace casi diez años.
Por otro lado las menores responsabilidades que acarrea este nueva empresa me permitirán viajar con mis seres queridos, quizá vaya a España. Me gustó ese país cuando estuve hace unos meses en sus costas, en concreto en Salou mientras perseguía a Mohamed Atta un personaje que seguro nos traerá disgustos y que curiosamente viaja por el mundo financiado por una fundación cuyo patrono es el mismísimo Henry Kissinger. ¡Ay! si me hubiesen dejado investigar al menos un poco mas…
También tengo cierta inquietud, no acabo de ver claras las relaciones de mi nueva empresa Securacom y el holding Kroll Associates, al que esta pertenece con personas prominentes de este gobierno, pues me inquieta que las intrigas palaciegas de esta administración se vean reflejadas en esta compañía. En fin, ya me preocuparé de ello mas adelante. Por otro lado, menuda empresa, encargada de la seguridad de las Torres Gemelas, compañías aéreas, aeropuertos,…etc.
Hoy 11 de septiembre de 2001 estoy escribiendo desde mi oficina de mi nuevo trabajo como Jefe de Seguridad del World Trade Center de Nueva York, hoy es mi primer día de trabajo así que he decidido acudir pronto,… pero, ¿qué es eso? Parece… un avión acercándose… ¡Dios mío!...

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